Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019

Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019
Papel reciclado e hilo de algodón. Serie de 9 piezas, (29 x 40,5 cm) 2017 – 2019

Tú no Juegas

«¡Tú no juegas!» una frase que los niños suelen usar para intimidar a otros niños, un forastero, que puede querer unirse a un grupo ya formado. Esta frase suele ser utilizada por el líder del grupo para demostrar su poder sobre los demás.

Esta obra consta de 9 papeles hechos a mano bordados con la frase “¡Tú no juegas!” en un clásico punto cruz, en cuatro colores pasteles, comúnmente utilizados en ropa y decoración de bebés (rosa claro, azul claro, amarillo claro y verde claro).

Estos papeles hechos a mano son reciclados de los cartones de medicamentos psicotrópicos que yo misma tengo que tomar, y que vengo recolectando durante los últimos 9 años. Traje estos papeles reciclados desde Perú, de un antiguo proyecto para representar una etapa pasada en mi proceso creativo antes de venir a Italia para mis estudios de posgrado. Los papeles son toscos, casi infantiles, mostrando restos de los envases originales de la medicina como pistas para el espectador. Y la parte nueva, la costura, representa una parte dura en mi paso por Milán: la vida en una nueva ciudad, muy lejos de casa, con un nuevo idioma, que todavía no hablo muy bien, una gran diferencia entre yo y mis compañeros de clase, una pequeña pizca de racismo, y lo que yo llamo viejas sombras del colonialismo, siendo yo el obvio forastero. El uso del bordado un trabajo típicamente dismuido por ser considerado femenino es casi performatico ya que la aguja atraviesa el papel reabriendo heridas en una superficie ya encolada.